domingo, 23 de agosto de 2009

Desde aquí, quisiera hacer reflexiones sobre la vida de Jesús, su niñez, su juventud, su ministerio, su muerte y resurección. Si queremos obtener victorias sobre nuestro yo, nuestro carácter, nuestras debilidades, nuestros defectos, y ser transformados a imagen de Jesús.... debemos contemplar cada día algo de El, algo de su vida y misión.
El espíritu de profecía, por medio de Elena G. de White, en su libro "El Deseado de Todas las Gentes", escribe lo siguiente en la página 63; "Sería bueno que cada día dedicásemos una hora de reflexión a la contemplación de la vida de Cristo. Debiéramos tomarla punto por punto, y dejar que la imaginación se posesione de cada escena, especialmente de las finales. Y mientras nos espaciemos así en su gran sacrificio por nosotros, nuestra confianza en él será más constante, se reavivará nuestro amor, y quedaremos más imbuídos de su Espíritu. Si queremos ser salvos al fin, debemos aprender la lección de penitencia y humillación al pie de la cruz.
Mientras nos asociamos unos con otros, podemos ser una bendición mutua. Si pertenecemos a Cristo, nuestros pensamientos más dulces se referirán a él. Nos deleitaremos en hablar de él; y mientras hablemos unos a otros de su amor, nuestros corazones serán enternecidos por las influencias divinas. Contemplando la belleza de su carácter, seremos "transformados de gloria en gloria en la misma semejanza. (2ªCor.3:18)".
Cuando leí esto, me pareció muy bueno, pero, sinceramente, una hora me parecía demasiado, llevamos un ritmo de vida frenético, con prácticamente todo el tiempo libre del que disponemos cogido, que por cierto, no es mucho. En definitiva, aún así, me he propuesto dedicarle, si no una hora, una parte del día a contemplar la vida de Jesús, tenemos la promesa de la transformación, te animo a que también contemples y que podamos compartir nuestras vivencias y nuestros testimonios.
Que el Señor nos ayude, nos inspire y nos bendiga, que nos abra el entendimiento para asimilar todo aquello que El está dispuesto a darnos.