sábado, 12 de enero de 2013

NUESTRA ÚNICA DEFENSA

"y ser hallado en El, no teniendo mi propia justicia derivada de la ley, sino la que es por la fe en Cristo, la justicia que procede de Dios sobre la base de la fe" Filipenses 3:9

     La única defensa contra el mal consiste en que Cristo more en el corazón por la fe en su justicia. A menos que estemos vitalmente relacionados con Dios, no podremos resistir los efectos profanos del amor propio, de la complacencia propia y de la tentación a pecar. Podemos dejar muchas malas costumbres y momentáneamente separarnos de Satanás; pero sin una relación vital con Dios por nuestra entrega a él momento tras momento, seremos vencidos. Sin un conocimiento personal de Cristo y una continua comunión, estamos a la merced del enemigo, y al fin haremos lo que nos ordene. EUD, pág.65

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